Cuento fantástico basado en sueño (original)

 Desperté con pesadez sentada en una silla, sobre un banco. No me tomó mucho, darme cuenta que estaba en la escuela. Miré a mi alrededor, notando que mis tres amigas estaban en la misma situación que yo. Las luces titilaban, las sillas, los bancos, el piso, todo estaba sucio. Había un líquido pegajoso en el piso y no se escuchaba nada. Salimos de nuestro salón, muy confundidas por la situación. No había más nadie allí.


Seguimos caminando por el pasillo, bajamos por las escaleras y corrimos hasta la salida, algo estaba muy mal. A pesar de nuestra fuerza, la puerta estaba cerrada y se acercaba alguien, o algo hacia nosotras, podíamos escuchar sus grandes pisadas y sus jadeos monstruosos. Y no había forma de escapar.


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