Entrevista del día de la Memoria

 La memoria de una niña

Como el momento de la dictadura en 1976 en Argentina, afectó generaciones, familias, amistades y nuestro propio futuro

El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, es el día en el que se conmemora en Argentina a las víctimas de la última dictadura militar, que usurpó el gobierno del Estado nacional argentino entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983.

La violencia ejercida contra la población por cada una de las dictaduras fue creciendo, hasta el punto de que la dictadura que finalizaba en 1983, había recurrido al uso sistemático del terrorismo de Estado, causando decenas de miles de crímenes de la humanidad aberrantes, incluyendo masivas ejecuciones ilegales, desapariciones forzadas, violaciones, torturas y secuestros de niños para privarlos de su identidad biológica y familiar.

A pesar de todas las personas, que sufrieron directa o indirectamente esta violencia, hubo gente, que aunque no tuviera ningún familiar desaparecido, o haya sido torturado, podía verse cómo la situación empeoraba y, con solo tener un poco de información de los hechos, era suficiente para estar preocupado y asustado. 

En este caso, para tener información del tema y estar al tanto de lo que pasó en nuestra historia, le hice una entrevista a mi tía, la cual tenía tan solo 9 años y estaba estudiando en el 4to año de la escuela primaria. Tener la perspectiva de una niña ante la situación. “No tenía miedo porque no era consciente de lo que pasaba, no entendía y seguramente mis padres tampoco hacían comentarios frente a nosotros (mi hermano y yo que éramos chicos)” sentencia, la ahora ya adulta.

“Hubo situaciones en que volviendo de un cumpleaños a la noche nos hicieron bajar a todos para revisar cada rincón (mi hermano y yo veníamos durmiendo en el asiento trasero). En otra oportunidad, viniendo por ruta 9 de Ramallo, también nos hicieron bajar y a mi papá le hicieron vaciar todo el baúl”, cuenta recordando, y reitera, que nadie estaba realmente tranquilo sabiendo que estas situaciones o situaciones peores podían ocurrir.

Cuando terminó la dictadura ella tenía 16 años. Siete años después y, aunque ya adolescente y sin desaparecidos, explica que no tenía demasiada dimensión aún de lo que estaba ocurriendo: “Sí recuerdo que una de las últimas acciones fue el querer recuperar las islas Malvinas [...] De eso fui consciente por varios motivos: mi hermano debía hacer el servicio militar y mis padres temían que lo envíen a luchar; contínuamente escuchábamos por televisión los comunicados; en la escuela se trabajó y habló mucho sobre el tema.”

Para terminar con la entrevista, le pregunté si ahora, después de haber pasado tantos años y ya comprendiendo todo lo que había sucedido, se sentía mejor por estar informada. O, sentía que la ignorancia/inocencia de ese momento hizo que no sufriera tanto el asunto.

“Es cierto que en ese momento ignorarlo podía hacernos vivir en un mundo inocente donde todo parecía estar relativamente en calma (y más en la edad que me tocó vivir el proceso)”, responde “Ignorarlo hace que no podamos cuidarnos, protegernos y hacer respetar nuestros derechos”.

Es interesante pensar, que la inocencia de un niño, como bien dice la entrevistada, hace que quizás, no vivamos las cosas como realmente son. Veamos cosas completamente diferentes, pero que aun así, como me ha contado ella, pudo recordar escenas y situaciones críticas para ella y su familia, a pesar de la corta edad.

“Por ese motivo principalmente recuerdo que el fin de la guerra, que dio comienzo también a la restauración de un gobierno democrático, trajo una gran tranquilidad y paz a nivel general y familiar. Considero que aunque nos ocasione daño, preocupación, estrés, miedo, etc, siempre es conveniente saber la verdad”.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta a Luciano Pavarotti

Analisis de crónicas

Historia con objeto prohibido